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¿ES POSIBLE HABLAR DE FELICIDAD EN TIEMPOS DE CRISIS?


POR CLAUDIA RODRÍGUEZ, FUNDADORA Y DIRECTORA DE FELICIDAD DE EN EL FONDO


Considerando los acontecimientos nacionales y los que podemos ver en el resto del mundo, ligados a las relaciones, desencuentros, salud, economía, inestabilidad laboral y cambio climático básicamente, parece difícil hablar de felicidad como una oportunidad para tomar esta bandera y hacer cambios desde un nuevo paradigma como lo es la Cultura de Felicidad en el Trabajo.


Yo pienso que es difícil y también pienso que es para valientes. Y sobretodo pienso que es necesario!


Es para aquellos que sienten que debe haber algo más, que hay nuevas posibilidades y formas de hacer las cosas y que están conscientes de que es necesario dar un salto, experimentar, equivocarse tal vez, para hacer los cambios que nos llevarán a descubrimientos y resultados extraordinarios.


Para esto es necesario buscar ayuda, escuchar más profundo, salir del miedo a perder lo seguro abriéndose a nuevas formas, salir de las estructuras y entender que la productividad dejó de ser el foco principal y único en la cadena de valor de una organización.


Hoy es necesario incorporar propósitos que le den sentido a lo que se hace, para qué se hace y a las personas, su bienestar, felicidad de una forma genuina y coherente con los valores de la empresa.


Para mi este es el gran desafío del nuevo líder: saber escuchar muy grande y empatizar para así generar la estrategia de negocio a partir de nuevas formas de hacer las cosas, lo que implica también un cambio cultural que exige detenerse para definir esta nueva identidad, quizás reforzarla. Sin duda requerirá de un proceso donde toda la organización deberá ser parte y poner foco en lo que rescatará de su actual cultura y lo que deberán modificar.


El nuevo líder sabe que no construye un negocio, despliega personas y luego son las personas las que desarrollan el negocio. Para lograr esto, es indiscutible considerar la Felicidad de las personas en el trabajo como el motor de cambio ya no como una opción sino como una obligación. Personas felices y satisfechas en su trabajo generan mejores resultados. Es cosa de pensar en uno mismo, cuando mi ánimo está bien las cosas salen bien, cuando tengo una experiencia positiva en el día pareciera que todo brilla, me siento más liviana, pro activa hasta capaz que más amorosa. ¿Te ha pasado? Por ejemplo… cuando te va bien en una presentación importante y te dan feedback positivo, o cuando te llega un mensaje inesperado agradeciendo algo que hiciste y que otro valoró mucho o tal vez cuando ayudaste a alguien que lo necesitaba.


La cultura de Felicidad en el trabajo se transforma a pasos acelerados en una buena forma de obtener resultados donde nunca lo viste, a la vuelta de la esquina. Tan simple y tan difícil a la vez para quienes no creen o validan el salario emocional dentro de una estrategia de negocio.


Curiosamente, como si alguien hubiera previsto este preciso momento histórico, existe una abundancia de material académico sobre el tema. Desde el año 2000 se ha visto una enorme expansión en la investigación de lo que llamamos la ciencia de la felicidad. Se ha convertido en un terreno de estudio desde la psiquiatría y la filosofía al campo económico. No es casualidad que Las Naciones Unidas, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la Unión Europea, varios Gobiernos y muchas universidades se han dedicado a profundizar en esto relevando su importancia en el desarrollo de los países.


¿Por dónde empezar?


Optando por un cambio de actitud frente a la vida en sus diferentes ámbitos, similar al que debe hacer alguien que ha sobrevivido a alguna enfermedad.


Si bien es necesario indicar que para ser feliz es necesario cubrir la necesidades básicas, los tiempos de crisis permiten sensibilizar y darle valor a los factores que fomentan la felicidad y que no es sólo la renta que es por donde muchas personas asocian la felicidad: el dinero no lleva a la felicidad y satisfacción permanente, lo que verdaderamente entrega felicidad son las buenas relaciones y los resultados, estar orgulloso y contento con el trabajo hecho, con su aporte a la sociedad.


Y entonces me pregunto, ¿Cuáles son las alternativas estratégicas complementarias que tienen las organizaciones en tiempos de real cambio en las sociedad y personas? ¿Cuál es la posibilidad de tomar la iniciativa, a moverse en vez de estar quieto y con miedo al cambio? ¿Estar sentado haciendo más de lo mismo a la espera de que vengan tiempos mejores? Esa es la receta para que los lideres de las organizaciones lleven a sus empresas a resultados deplorables, generando 0 trascendencia y dando explicaciones vergonzosas a la alta dirección. Cambiar los hábitos mentales y ser positivo es difícil en los tiempos que corren, y también es más necesario que nunca.


7 VENTAJAS DE LA FELIDAD EN EL TRABAJO


- Es un trabajador motivado y optimista. La motivación es la máquina de la productividad, y sólo funciona con felicidad.

- Desarrolla todo su talento y da mucho más de sí mismo. La felicidad ayuda a que el talento fluya.

- Se adapta mejor al equipo. Cuando somos felices, nuestra relación con los demás mejora, y por tanto facilita el trabajo en equipo.

- Es mucho más creativo: el buen humor en el trabajo abre la mente, y en las mentes abiertas es más posible que surjan buenas ideas.

- Se adapta mejor a los cambios: las personas felices entienden mejor los cambios, se resisten menos a su imposición y terminan siendo prescriptores de los mismos.

- Es un trabajador saludable y un promotor de la seguridad en el trabajo.


Entonces ¿Por qué no hablar de Felicidad en tiempos de crisis?


Como dice Laszlo Bock, vicepresidente de recursos humanos de Google, “Pasamos más tiempo trabajando que haciendo cualquier otra cosa. No resulta lógico que el trabajo resulte una experiencia desmotivadora y poco humana”


¿APOSTAMOS POR LA FELICIDAD DE NUESTROS COLABORADORES?

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